Historia

Historia de los retiros de Emaus

Hace 25 años, Myrna Gallagher, mujer bendecida por Dios y dedicada por entero a su servicio, ideo la creación de un retiro especial. Para entonces trabajaba incansablemente ayudando a su consejero Espiritual, el Padre David Russell en la parroquia de San Luis en el área de Pinecrest en Miami, FI.

Ella quería un retiro verdadero, alejado del mundanal ruido para acercarse a Jesús y meditar su palabra. Para ellos debía ser un retiro, para hombres y mujer por separado, ya que nuestra problemática, sentimientos y emociones son diferentes. Debe ser un retiro basado en la parroquia, para miembros de esa misma comunidad, para que el resultado final del crecimiento espiritual en el servicio de Jesús quede allí mismo. Debe tener una duración e intensidad suficiente para permitir que todos los participantes se conocieran y pudieran abrir sus corazones al llamado de Jesús. Tres días con dos noches de actividad y tiempo de reflexionar. Pero, reflexionar sobre ¿qué? Después de mucha oración apareció el relato del camino de Emaús, se daría cuenta del mensaje de dicha lectura, del cual se derivan los temas de cada una de las charlas que ustedes recibirán durante este retiro.

A diferencia de otros retiros espirituales, El Retiro de Emaús está basado en TESTIMONIOS DE VIDA de los participantes, dando MATERIAL DE ENSEÑANZAS E IDEAS PRACTICAS PARA NUESTRA VIDA COTIDIANA. A diferencia de otros retiros, el Retiro de Emaús está basado EN Símbolos que nos ayudaran a comprender mejor el mensaje real del retiro. Debía ser una experiencia inolvidable para todos los candidatos. Nuevas amistades, aprender a conocemos mejor a nosotros mismos y a nuestro hermanos; sanación espiritual en las heridas que afectan nuestra relación con Dios. Recuerdos que perduraran en nuestros corazones por mucho tiempo y que serán el inicio de un caminar o peregrinar junto a Jesús, NO SOLO POR EL "CAMINO DE EMAÚS", SINO POR TODA NUESTRA VIDA

El OBJETIVO FINAL DEL RETIRO ES AMAR CADA DIA MÁS A JESÚS; a través de ese amor, aprender a amar cada día más a nuestros hermanos y servir en nuestras parroquias.